Re-enmarcar, rescribir la narrativa, alquimia con tu experiencia de vida
Desde pequeño tuve que aprender a reescribir la narrativa para poder sobrellevar interiormente algunas de las circunstancias de la vida.
No se de donde o como lo aprendí, pero afianzo en mí.
Al rescribir la narrativa no se puede mentir, se trata de elegir tomar lo valioso y descartar o dar mejor sentido a lo inútil o doloroso.
Por ejemplo, cuando era adolescente, desde los 15 años empece a tomar decisiones terribles y peligrosas para mi vida. Algo que mantenía en mi pensamiento todos los días, era que estaba viviendo una vida muy loca, para llenarme de todo tipo de experiencias y poder llegar a la vejez a escribir libros.
Después cuando salí de ahí, pude comprender que aquella idea, por descabellada que en ese momento fuera, cumplió bien con dos funciones. Por un lado en lo subconsciente me obligaba a buscar e internalizar sentido profundo en lo que vivía y por otro, me invitaba a buscar mantenerme con vida, por que el objetivo era llegar a la vejez, para poder escribir.
Ni idea tengo ya de si quiero escribir en la madurez, pero aunque en repetidas ocasiones esa intención fue menospreciada (por que la usaba como justificación de mis actos) de que sigo vivo y de caminos muy obscuros y turbios muchísimo he aprendido, no cabe duda.
Gracias.